Esta noche una ola de arena ha invadido y cubierto cada rincón de Madrid. Mientras tanto, yo soñaba con el Sahara y me he despertado nostálgica. Al subir la persiana, he podido ver todo con ese filtro anaranjado, ese encanto de África que nada reemplaza y una vez más, he podido comprobar, que la casualidad no existe. He sonreído como una niña pequeña, porque hace años que no bajo al desierto y justamente hoy, el desierto ha decidido venir a verme.
La prisa mata
La prisa mata
La prisa mata
Esta noche una ola de arena ha invadido y cubierto cada rincón de Madrid. Mientras tanto, yo soñaba con el Sahara y me he despertado nostálgica. Al subir la persiana, he podido ver todo con ese filtro anaranjado, ese encanto de África que nada reemplaza y una vez más, he podido comprobar, que la casualidad no existe. He sonreído como una niña pequeña, porque hace años que no bajo al desierto y justamente hoy, el desierto ha decidido venir a verme.