La generación perdida
Estamos muy mal acostumbrados. Somos la generación de la exigencia, de la inmediatez. De abandonar por creer que no tenemos tiempo, en vez de priorizar lo que de verdad merece nuestro momento. Somos la generación con más información a nuestro alrededor y también la más perdida. Somos la voz culta que grita y nadie escucha, el susurro del necio que todos quieren oír. La experiencia oculta de cara a un currículum y la ansiedad como compañera de cama.
Somos la generación que creían perdida, mientras no hacían nada por salvarla. El embrión de una ilusión, muerta por ser señalada. Somo resultado de luchadores, nietos de la esperanza, bisnietos del hambre y padrastros de la incertidumbre.
El futuro que nos espera, son las oportunidades que nos permitáis aceptar. La experiencia que recojamos, será fruto del camino, que nos dejéis empezar.